Debajo de mi flequillo estoy yo.
Me pasó la vida recolocando la chaqueta, ajustándome la correa y adelante.
Soy un trovador en busca de alimentos que engrsndezcan mi espíritu y apaciguen mi sediento caminar.
Se me llena la boca de planes y una bruja me aconsejó que los llevará a cabo. Me obligó a dejar de imaginarme saltando cascadas, que trepara alto y saltara... Con los ojos abiertos y el cuerpo en llamas.
Respiro el cambio y luchó contra mi propio León de la prisa. Respeto al tiempo. Me ha puesto aquí y ahora aunque lo quisiera mucho Antes. Soy del destino y su dedo acusador.
Soy ahora, una huella más por el mismo sendero que cientos, pero alguien notará la diferencia.
Paz.
...y luego paz...
No voy a escupir mis palabras... Aun no, porque me gusta ver como vuela el plato antes de hacerse pedazos contra la puerta. Gira y baila en el viento. Últimamente no necesito escuchar mucha mas musica de la que llevo dentro... Me dan calambres internos y duermo a gusto los primeros diez minutos en los que tergiverso cada uno de tus gestos. Serás, me da, una buena excusa para dejarte cantar, rodeada del ruido común, gritare letras y romperé cuerdas para que quedes limpia y brillante en mi recuerdo. En algún momento morirás, como todo lo que me da vida.. Aprecio la electricidad que voy dejando por mirar mas dentro de lo que puedo alcanzar... Casi nunca apenas alguien sabrá. Idílica en mi mente y luego paz.
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Ahora cuéntame tu... o si eso nos tomamos un café...